¿Por qué continúa la desigualdad económica entre países?
Allen señala que la desigualdad económica global entre países no es un fenómeno reciente, sino que tiene sus raíces en la Revolución Industrial y los procesos coloniales. Mientras algunos países lograron industrializarse rápidamente y gracias a las innovaciones tecnológicas, otros se quedaron más atrás debido a estructuras políticas débiles, dependencia económica.
La pregunta clave que plantea el libro es: ¿por qué algunos países avanzaron mientras otros se estancaron?
El libro trata de una opinión constante del autor donde por ejemplo, Allen argumenta que la industrialización exitosa no solo requirió tecnología avanzada, sino también mercados grandes y productivos que incentivaran la inversión, múltiples factores que cambiaron el desarrollo. Países como Inglaterra pudieron aprovechar esto debido a sus condiciones políticas estables y su control del comercio global. En cambio, muchas naciones del sur global quedaron atrapadas en economías de exportación de materias primas, estaban sometidas a sus metrópolis, lo que limitó sus oportunidades de diversificación económica.
La desigualdad económica global no es el resultado de una sola causa, sino de un conjunto complejo de factores históricos y estructurales. El análisis de Allen nos invita a reflexionar sobre cómo el pasado sigue moldeando el presente, y a cuestionar cómo las políticas internacionales y nacionales podrían cerrar esta brecha en el futuro. El reto está en crear sistemas más equitativos que permitan a las naciones menos desarrolladas a superar las barreras históricas que enfrentan.
¿Crees que la globalización actual está ayudando o perpetuando estas desigualdades? Déjanos tu opinión en los comentarios.
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